La Verdad de México y el Mundo: febrero 2011

A las afueras de la Catedral Metropolitana, familiares y amigos de Ana Jimena Martínez, desaparecida el 15 de febrero, se manifestaron para demandar que la jerarquía católica les ayude a localizar al sacerdote Gerardo Romero Hernández, a quien acusan de haber secuestrado a la joven de 17 años de edad.

Los familiares señalaron que Ana Jimena mantenía una relación amorosa con el sacerdote de 46 años de edad, quien pertenece a la Arquidiócesis de Tlalnepantla, sede que no ha querido escuchar sus denuncias y donde “les han cerrado las puertas”.
Víctor Martínez Titaux, hermano de la joven, informó que el pasado martes su hermana ya no regresó a su casa por lo que la empezaron a buscar. Posteriormente encontraron en su cuenta de Facebook que el padre Gerardo Hernández le dejaba mensajes de “te amo” “eres mi novia” y uno en donde le indicaba que le dejaba las llaves de su oficina.
Por lo que la familia decidió levantar la denuncia, ante la cual agentes judiciales detuvieron, el miércoles 16, al sacerdote, quien en un principio negó los hechos, pero por la noche reconoció haber tenido relaciones sexuales con Ana Jimena de quien dijo ya iba a cumplir los 18 años.
Víctor Martínez señaló que de acuerdo con la información proporcionada por las autoridades judiciales “no podían detener por más tiempo al sacerdote y lo soltaron el jueves. Además, les dijo que necesitaba hacer unas llamadas para tratar de localizar a la joven y por eso lo dejaron libre”.
Sin embargo, ya no regresó a su parroquia La Eucaristía, ubicada en las Alamedas en Tlalnepantla y sus compañeros sacerdotes no saben nada.

Puerco culero...