lunes, 1 de noviembre de 2010

Macro limosna...

¿Cómo es posible que un “funcionario público” tome $300 millones de pesos de los impuestos de todos los ciudadanos (evangélicos, católicos romanos, luteranos, ortodoxos, etc.) para alimentar a una bola de curas pedófilos, amargados y ladrones?
¿Cómo es posible que el “gobernador de Jalisco haya dicho: y al que no le guste que chingue a su madre?
¿Cómo es posible que el culero del Cardenal le haya aplaudido a este pendejito su lenguaje de mierda, si es su “feligrés”?

Tengo un mensaje para el Cardenal y su lame huevos del “gobernador” Emilio de parte de todos los ciudadanos pensantes y que gracias a Dios no estamos bajo el yugo apestoso del Papa:

¡Qué chinguen a su reputa madre los dos!

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